jueves, 28 de octubre de 2010

DEMOCRACIA: RESPONSABILIDAD, DERECHOS Y OBLIGACIONES

En el abordaje del presente artículo, se presenta temas quizá gastados o consabidos, los cuales, cuyo título lleva este material. No obstante, y sin ánimo de provocar la inteligencia de los lectores, creo que son temas que merecen un mejor tratamiento para su efectiva comprensión. En efecto, la democracia no debe ser entendida ni mucho menos reducida específicamente al ámbito político; si bien es cierto, es allí, donde mayormente se lo utiliza (concepto), ello no excluye que sea aplicable a otras esferas de la sociedad.

1-       DEMOCRACIA

Democracia, en sentido clásico, significa, gobierno del pueblo; o sea, de la mayoría, del pueblo. Empero, el ejercicio del poder o gobierno implica responsabilidad de parte de la sociedad. Ella no actúa automáticamente, sino conforme las personas vaya asumiendo derechos y obligaciones, sea para elegir, sea para ser elegido, sea para exigir derechos a las autoridades electas y como asimismo, la de cumplir nuestras obligaciones de ciudadanos. La democracia no es una regla política sino, un estilo de vida, que exige de todos: participación y responsabilidad.

La responsabilidad es clave para la construcción de la democracia y la participación es la vía por la que se manifiesta esa responsabilidad. Ésta significa, en términos sencillos: asumir un rol protagónico en la sociedad, buscar y dar solución a los problemas cotidianos, y no esperar –sin hacer nada- de otro la solución de mis problemas. En este sentido, la participación es decisiva, por lo que, en la medido que participo en los quehaceres de la sociedad, asumo responsabilidad.

2-      PRESUPUESTO DE LA DEMOCRACIA

La democracia tiene, básicamente por presupuesto o requisito: organización, participación y control. La organización es un conjunto de ideas, pretensiones, anhelos e intereses comunes estructurado en un todo. Ella exige la concepción de una norma. La norma es el resultado de un pacto entre los hombres con intereses comunes, renunciando sus intereses particulares y comprometiéndose a su fiel observancia; en ella se reconocen derechos a sus miembros y asimismo se imponen las obligaciones.

En la segunda fase, los miembros de la organización deben participar en el desarrollo y crecimiento de la misma; sin la participación de todos y cada uno de sus miembros, la organización no irá a buen rumbo. El miembro responsable, participa y su participación es decisiva, como complementaria ni figurativa.

Asimismo, la participación debe ser sometida a control, sabiendo que en la medida que se ejerce cierta autoridad, con frecuencia los objetivos comunes (de todos) son rezagados o sustituidos por los propios; de ahí que, el control viene a ser el contrapeso ideal para el buen funcionamiento de la organización. El control es la manera eficaz de exigir a las autoridades mis derechos, que los reconozcan y los respeten. Asimismo, es el modo de que cumplan con las obligaciones asumidas; como se observa, esta forma de participación responsable, construye la democracia; de manera que todos participan la misma.

3-      CONCLUSIÓN

La sociedad, el país es una organización; nuestro país sienta base en el Estado Social de Derecho, que no es otra cosa que la observancia y la adecuación responsables en el imperio de la ley, tanto para gobernados como para gobernantes; cumplir cada uno su obligación, faculta a reclamar derecho. Quien no cumple con sus obligaciones, no puede exigir derecho, pues, de su parte sólo existe si no una participación irresponsable, una ausencia de participación, lo cual deteriora la calidad de la democracia, ya que –recordemos- la democracia es un pacto y éste debe cumplirse a cabalidad. Por ello, la democracia, que es un estilo de vida, exige de todos, responsabilidad y participación. Esforcémonos por construir una verdadera democracia en nuestro país, participando activamente, desde el lugar donde estamos, forjando un futuro promisorio para todos.

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